OH L'AMOUR.
Discúlpeme, usted es un genio, un bombón, su pija de las más bellas, aunque un tanto desprolija... No siempre satisface y a veces duele, discúlpeme, usted es perfecto y sus condenados padres no están al tanto. Nosotros no vamos a hablar más, ya lo hemos decidido, aunque usted insista en decirme todo lo que una quiere escuchar. Me niego, en rotunda celosía de mi soledad, a ser su novia, me niego a reírme con usted de todo lo que una quiere reírse. Me niego a seguirlo por los días y disfrutar de eterna compañía, me niego, apoyada en la certeza de que no puedo, a suspirar a su lado todas las noches antes de dormir, frente a la tele o en el ascensor. Usted...quizás sea más de uno. Este soliloquio de seguro no es único o siendo único es todos y siempre el mismo, reverbera en mi boca, en su cara y en la de todos cada vez que lo escupo infame. Yo no puedo, como él no pudo conmigo, se fue y me dejó no punible, no pausible, con un handycap, una mierda, se fue y me volvió lugar común, creo. Usted es único y uno de los tantos, la secuencia es la misma...